habilidades de los y las estudiantes


Las 12 habilidades que todo estudiante de hoy en día debería tener

Si te consideras un/a estudiante moderno/a, tendrás en cuenta las oportunidades que la tecnología nos ofrece para mejorar nuestro aprendizaje. 

Si la utilizas para comprender mejor un tema en particular, para potenciar tu pensamiento crítico o para la resolución de problemas que se te plantean (bien a través de Webs o de redes sociales), cuentas con las habilidades necesarias en los/las estudiantes actuales.

Estudiantes utilizando nuevas tecnologias
A continuación os mostraremos las ideas que se encuentran detrás del uso de las TIC para los/las alumnos/as, detallando 12 habilidades que los/las estudiantes modernos aspiran a tener, en función tanto de su nivel intelectual como de su actitud. Personalmente, me gusta el énfasis tanto en la capacidad como en la agilidad a la hora de adaptarse a nuevos grupos, ya que es crucial para cualquier estudiante, maestro, familiar o cualquier tipo de profesional del ámbito educativo. 

Evidentemente, todos/as debemos adaptarnos a la tecnología y tratar de aprender con ella para exprimir al máximo las ventajas que nos ofrece, pero, a su vez, tenemos que ser lo suficientemente ágiles como para dejar de usarla si se demostrase que no es tan útil como esperábamos o si en vez de ayudarnos nos distrae de nuestras funciones.

Otra importante habilidad que el/la alumno/a debe tener es la empatía, así como una visión global de las situaciones. Por ello debemos tener en cuenta, en la actualidad, los sistemas educativos de otros países, cómo actúan, cuales son sus funciones y objetivos... algo que por otro lado  nos ayuda a elever el nivel de discusión de la educación mundial: existen miles de millones de estudiantes en todo el mundo. Y consideramos importante para ellos (y para todos/as los demás también) que sepan que necesitan empatía y otras 11 habilidades para ser verdaderos estudiantes modernos:


1. Comunicación oral efectiva.
2. Colaboración en red.
3. Agilidad y capacidad de adaptación.
4. Seguridad en uno mismo.
5. Relajación, evitar el estrés.
6. Empatía y visión global.
7. Expectativas.
8. Autocontrol.
9. Esperanza y optinimismo.
10. Capacidad de iniciativa.
11. Curiosidad e imaginación.
12. Pensamiento crítico y resolución de problemas.

OTRAS HABILIDADES

1. Curiosidad
La curiosidad es la habilidad que se desarrolla para buscar y adquirir nuevos conocimientos, habilidades, y distintas formas de entender cómo funciona el mundo. Está en el corazón de la motivación de los niños y es, básicamente, lo que los mantiene con ganas de aprender por el resto de sus vidas.   La curiosidad facilita el compromiso, el pensamiento crítico y el razonamiento.
Nutrimos la curiosidad de los niños y otras habilidades vitales para el aprendizaje cuando los inspiramos a identificarse y buscar respuestas a preguntas que les causen un interés particular. Cuando los ayudamos a reconocer el fracaso y los errores como una oportunidad para la exploración, los inspiramos también a experimentar y descubrir. Los ayudamos a entender los distintos aspectos de un aprendizaje comprometido cuando reconocemos las diferentes formas en que ellos exploran su entorno – ya sea tocando, saboreando, escalando, oliendo, etc – y los instamos a perseverar en su búsqueda de respuestas. Cuando les enseñamos cómo las distintas partes se conectan para influenciar a toda la sociedad, ellos descubren que la curiosidad mejora sus relaciones, ayuda a incrementar su innovación, y los conduce a realizar cambios sociales positivos.
2. Sociabilidad
La sociabilidad es la habilidad cooperativa y alegre mediante la cual nos comprometemos con los demás. Proviene de una colección de habilidades sociales y emocionales que ayudan a los niños a entender y expresar sus sentimientos y comportamientos de forma que se puedan facilitar las relaciones positivas, incluyendo escuchar de manera activa, auto-regulación, y la comunicación efectiva.
Influenciamos la sociabilidad de los niños cuando los ayudamos a entender que las palabras que escogen hacen una diferencia en las relaciones que pretenden establecer. Cuando les enseñamos que cada interacción social está atada a una reacción emocional, los ayudamos a evadir los comportamientos impulsivos y a pensar sobre las situaciones difíciles antes de actuar. También los ayudamos a construir su capacidad colaborativa para el trabajo en equipo.
3. Resiliencia
La resiliencia es la habilidad para enfrentar y superar desafíos de forma que se pueda mantener o promover el bienestar propio. Incorpora atributos como la persistencia, la determinación y la iniciativa.
Construimos resiliencia cuando empujamos a los estudiantes de manera gentil a salir de su zona de confort intelectual, emocional, social y física. Nuestro apoyo e inspiración los ayudará a arriesgarse, sobrepasar obstáculos, y crecer desde los errores, lo que los ayudará a aprender de los altibajos que les depondrá la vida en sus caminos.
4. Auto-consciencia
La auto-consciencia es la habilidad que se tiene para examinar y entender quiénes somos en relación al mundo que nos rodea. Se desarrolla a través de habilidades como la auto-reflexión, la creación de significados, y el desarrollo de valores y creencias. Está situado al sur de la “brújula” interna, y simboliza la introspección como un proceso en el que nos encontramos a través de nuestro constante análisis. Esta habilidad afecta a los niños y su capacidad para verse a ellos mismos como únicos y, claro, diferentes del resto de las personas que les rodean.
Estimulamos la auto-consciencia de los estudiantes cuando los comprometemos en reflexiones y conversaciones sobre sus valores, creencias, actitudes, y otros dilemas morales. A través de estos compromisos logramos que ellos puedan entender y atender sus características intelectuales, emocionales, sociales y físicas, y así ayudarlos a desarrollar un potencial humano totalmente completo.
5. Integridad
La integridad es la habilidad para actuar consistentemente con aquellos valores, creencias y principios que decimos sostener. Se trata de coraje, valentía, honestidad y respeto con las interacciones diarias de cada uno de nosotros y claro, hacer siempre lo correcto aún cuando nadie nos esté observando.
Modelamos la integridad de los niños a través de un constante trato hacia ellos de respeto y dignidad, así como también escuchando sus sentimientos y opiniones sin ningún tipo de juicio. Cuando incentivamos positivamente a los estudiantes por haber demostrado sus valores, creencias y principios a través de acciones, les recordamos sus valores humanos éticos, y cómo el desarrollo de estos va mucho más allá de un simple grado o una calificación.
6. Ingenio
El ingenio es la habilidad  para encontrar y usar las fuentes y recursos disponibles para alcanzar metas, resolver problemas, y moldear el futuro. Se basa en otras habilidades como la planificación, el establecimiento de metas, el pensamiento estratégico y la organización.
Inspiramos a los estudiantes a ser ingeniosos cuando ponemos en ellos altas expectativas y los apoyamos en el alcance de sus objetivos. Cuando les enseñamos a ser pensadores estratégicos y a resolver problemas mediante la adaptación, ellos son capaces de aprender a vivir sin reglas y cánones rígidos, o a basarse en ideas preconcebidas.
7. Creatividad
La creatividad es la habilidad para generar y comunicar ideas originales y apreciar la naturaleza de la belleza. Desarrolla la imaginación, la innovación, y el sentido por lo estético.
Inspiramos la creatividad cuando ayudamos a los jóvenes a expresarse a través de la escritura, la poesía, la actuación, la fotografía, el arte, lo digital, etc. Cuando nos damos cuenta, y claro, alabamos a los estudiantes por pensar más allá de los límites y por tomar riesgos  y su imaginación florece.
8. Empatía
La empatía es la habilidad para reconocer, sentir y responderá las necesidades y el sufrimiento de los demás. Facilita la expresión de preocupación, cariño, compasión, etc. Está situado en el “norte verdadero” del compás, y simboliza el impacto externo de educar a los niños en pos de lograr ciudadanos comprometidos con crear un mundo justo y sostenible.
Fomentamos la habilidad de los niños de preocuparse por quienes los rodean más allá de sus propios intereses creando relaciones significativas con ellos, asegurándoles que son vistos, percibidos y comprendidos sin importar cómo aprenden. Cuando los exponemos a diferentes perspectivas del mundo, los comprometemos a involucrarse en proyectos colectivos y a ser serviciales en el aprendizaje dentro de la sala de clases pueden también desarrollar mejor su empatía y compasión..
Desarrollar estas habilidades y fomentar su interconexión implica esfuerzos colaborativos entre padres, profesores y distintas actividades extra-programáticas. Cuando ponemos atención al desarrollo de estas habilidades, los resultados son realmente transformadores. No sólo los niños se convierten en entidades en constante aprendizaje, sino también se convierten en lo que María Montessori visionó: navegadores auto-suficientes de sus propias vidas.


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